Thiago 31+1
Soy Atteneri, mamá de Thiago 31+1 y este es nuestro testimonio.
27 semanas de gestación tenía cuándo la mañana del 19 de agosto del 2017, me levante rara y decidí ir para urgencias, me hicieron uno ecografía y vieron algo que no les cuadraba. Las medidas de Thiago parecían de un bebé de 24 semanas y no de 27, decidieron hacerme registro y dejarme ingresada por la tensión alta.
Al día siguiente me llevaron a escuela de enfermería a hacerme una eco doppler. El médico que me hizo la ecografía me comentó que mi bebé no estaba creciendo con normalidad, que era un CIR (Crecimiento Intrauterino Retardado), mi placenta no le estaba dando los nutrientes suficientes para que mi pequeño creciera, y que lo mejor era aguantarle un poco más dentro de mi para ver si cogía algo de peso y maduraba un poco más. Pesaba entonces 927 gramos y ahí empezó mi infierno.
Los registros
Todos los días me hacían registros en los que escuchaba como se le bajaba la frecuencia cardiaca continuamente, era angustiante. También habían ecografías cada 3 días y por el momento todo iba dentro de la “normalidad”. Hasta que el día 7 de septiembre, ese día me tocaba de nuevo ir a la escuela de enfermaría como cada semana a controlar que todo estaba en orden con una ecografía. Nos da el ginecólogo la terrible noticia «hay que hacerte cesárea urgente porque ya al bebé no le está llegando nada de nutrientes“. Con la mala fortuna que tenían que esperar 5 horas porque había desayunado poco antes de que me llevaran, y como cualquier intervención, tenía que estar en ayunas.
Me suben a mi habitación, que por cierto, también tenía vistas al mar, y me ponen la medicación (para el cerebro del bebé, no me acuerdo cómo se llamaba). Horas eternas, pero al fin, a las 16:30 me vienen a buscar para llevarme a quirófano.
El quirófano
Una vez en el quirófano tardaron bastante en ponerme la epidural, lo estaba haciendo el anestesista en prácticas y no atinó a ponérmela, tuvo que hacerlo el anestesista oficial.
Todo fue dentro de lo esperado y Thiago nació a las 17:15 de ese 7 de septiembre del 2017 con 1180 gramos de peso y llorando. Escucharlo llorar me dio toda la tranquilidad del mundo, apenas lo vi y se lo llevaron corriendo en la nave para la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), y así comenzaba nuestra lucha.
La estancia
Y ahí comenzó nuestra estancia de dos meses y medio, 50 días en total que estuvimos en el hospital. Thiago nació con 1180 gramos, pero bajo en los primeros días hasta 960 gramos y ahí se mantuvo unos días. Tanto su papá como yo nos turnábamos para hacer el método canguro o piel con piel, qué satisfacción.
Era tan pequeño que aún no tenía el fondo del ojo cerrado, tenía el ductus abierto, aunque en dos días se estableció y permaneció un anexo abierto en el que al año se normalizó y le dieron el alta en cardiología, hernia umbilical, ventriculomegalia cefal (resonancia a los 10 meses), teníamos que ayudarle a hacer caca estimulándolo hasta los 5 meses, y hoy en día, ha superado poco a poco todo, aunque aún carga con un retraso madurativo. Ya nos han dado el alta en fisioterapia pero seguimos asistiendo a la logopeda.
Lactancia Materna Exclusiva
Desde el día siguiente de la cesárea, en la UCIN te animan a la LME (Lactancia Materna Exclusiva), nos hablan de ese oro líquido que tanto bien le hace a los bebés. Y ahí comencé a sacarme leche cada tres horas, tanto en el hospital como en casa por la noche, que ponía el despertador para poder hacerlo, y que llevaba al día siguiente.
Dos semanas después, haciendo el piel con piel y con 33 semanas que tenía Thiago, se enganchó al pecho, según las terapeutas, antes de la semana 36 no lo suelen conseguir ya que deben respirar, succionar y tragar a la vez, pues Thiago, lo consiguió. A raíz de ahí, y cuando se estableció la LME, se le retiró la sonda nasográtrica y me pasaba allí desde las ocho de la mañana hasta las doce dude la noche para darle lo mejor de mí, hasta que nos fuimos a casa y continuamos así.
Fue duro, muy duro, pero volvería a pasar por lo mismo una y mil veces más con tal de volver a tener a mi pequeño guerrero ❤️ que hoy es todo un campeón con 2 años y 3 meses.
Gracias por crear este blog en el que tantas mamás y papás guerreros nos sentimos tan identificadas, un beso para todos.