Minerva 25+5
Hola, soy Davinia, mamá de Minerva que nació de 25+5 y pesó 500 gramos.
Todo comenzó el 26 de diciembre del año pasado, en la revisión rutinaria del embarazo por alto riesgo por mi tensión, cuando me dijeron que me tenía que quedar ingresada porque la misma estaba alta y a Minerva no le estaban llegando bien los nutrientes y tenía poco peso para las semanas que llevábamos.
Así que nada, me llevaron a una habitación y me pincharon la primera dosis de corticoides para la maduración de los pulmones, por si había un parto prematuro. Y ya después, a la habitación.
Habitación
Estaba pegada al lado de la ventana un poco más relajada y con mi pareja y mi familia que ya estaban ahí para darme ánimos. Ahí empezó la odisea de tomarme tensión todos los días 4 ó 5 veces al día y darme pastillas para intentar bajarla, pero era imposible; las enfermeras me decían que me relajara y que me pusiera del lado izquierdo que era mejor, pero para ellas era fácil decirlo; yo estaba angustiada por lo que podía pasar.
Eran casi las 8 de la noche y me piden que me vaya quitando todo y que ahora me irían preparando; alrededor mío llegaron 6 personas y empezaron a ponerme vías y demás, yo intentaba relajarme y no llorar, pero no podía. A las 9 llegaron y me dijeron que nos íbamos ya a quirófano, porque no se podía esperar. Me despedí de mi pareja y solo pensaba que salvarán a Minerva y que yo no importaba.
Quirófano
Ufff…. era horroroso ese pasillo, el frío que sientes y como tiemblas. Al entrar vi la incubadora preparada para mi niña y un montón de personas dentro, todo empieza pinchándome la epidural, que tuvieron que intentarlo dos veces y empezó todo para sacar a lo más valioso de mi vida.
Recuperación
Me llevaron a la sala de recuperación y ahí estaba oyendo pitos y las enfermeras preparando todo para poder comerse las uvas. Yo estaba que no podía, quería abrir los ojos y me pesaban toneladas, tenía frío y por ratos me dejaba dormir.
Al final llegan y me dicen que me van a subir a la habitación: eran las 4 de la mañana, por el pasillo de camino a la habitación ahí estaba mi familia y después vino mi pareja que había ido a ver a Minerva, que era chiquita y que había que esperar. Se quedó conmigo esa noche y le hice preguntas de cómo había visto a la niña y que cómo era. Tenía ganas de que llegara mañana para ya verla.
UCI neonatos
Y llegó el momento de ir a ver a Minerva. Ahí estaba yo de los nervios y cuando llegué a la incubadora y me la destaparon ahí estaba ella tan chiquita, tan frágil, tan inocente, que no podía parar de llorar y sentirme culpable de todo.
A los 13 días pude hacer el Método Canguro, que ahí llore como una boba, sentirla, poder olerla, tocarla… era una sensación indescriptible. El día anterior se había arrancado el tubo de la boca que pensé q se me iba, fue horrible el verla como se quedaba negra y como pediatras y enfermeros corrían para ponerle la medicación y ponerle el tubo otra vez para respirar, todo eso en cuestión de pocos minutos. La verdad que son unos profesionales excepcionales.Pero bueno, estuvimos 6 meses y medio en el hospital , donde hubo momentos de angustia total, de que se iba lo mayor de mi vida, ductus abierto, infecciones, arrancarse los tubos, transfusiones de sangre y de plaquetas, bacterias, su primera bronquiolitis, etc… pero ella ha luchado y me ha enseñado lo grande que uno puede ser siendo tan pequeña.