Estuve en 3 habitaciones diferentes, en la primera había una chica con infección de orina que al día siguiente le dieron el alta, luego vino una chica inglesa que no nos entendíamos ni papa y que tuvo un bebé prematuro, pero poco más supe porque a los días le dieron el alta, otra con contracciones que llegó de madrugada pero no duró a la mañana, hasta que al día siguiente, que por la tarde ingresó una chica para una cesárea programada. Yo quería morirme, yo no quería estar allí con ella y sus seres queridos, ellos estaban contentos a la vez de nerviosos y eufóricos por la llegada del nuevo miembro de la familia y mi situación nada tenía que ver con la de ellos, nosotros nos encontramos en una lucha diaria entre la vida y la muerte de los niños y con un riesgo altísimo de que me pusiera de parto y que nada se pusiera hacer por ellos al no tener aún las malditas 24 semanas que exigen como mínimo para reanimar a los bebés, me moría de pensar que al día siguiente ella estaría allí con su bebé de 42 semanas , feliz, sano, con 4 kilos de peso y con visitas. No estaba preparada ni dispuesta a pasar por eso.

Toque el timbre para llamar a la enfermera y le dije que me cambiaran de habitación, que cómo me habían puesto a una chica que iba a parir a mi lado y que volvería con su bebé, y vino la supervisora. Le expliqué que mi salud mental ni mi estado anímico podían con esa situación y me cambiaron de habitación. Me llevaron a otra habitación (yo no me levantaba de la cama para nada, solo para ir al baño), me toco el lado de la ventana y con vistas al mar 😝, allí estaba con la que ahora tengo una amistad, Vicky. Estábamos en la misma situación, ella tenía alguna semana más que yo de gestación y un solo bebé, estuvimos juntas durante muchos días que nos dieron para contarnos infinidad de cosas (hasta su madre me traía bizcochón, más rico), pero lamentablemente un día se puso con contracciones y se la llevaron de la habitación, pregunté mucho por ella y su bebé y me decían que estaba bien, siempre pensaba que su bebé evolucionaba bien y que los míos lo podrían conseguir (sobre todo Eduardo que era el que apenas se encontraba sin líquido como el suyo).

Me ocultaron la verdad, incluso los Doctores y las enfermeras. No supe la verdad hasta que di a luz y dije que ahora volveríamos a estar juntas en UCIN. Ella estaba bien, pero Livio, su bebé luchador, a los días nos dejó 😭. Hoy tiene una preciosa familia arcoíris con su bebé Lorenzo. De todo lo malo que hemos pasado, hoy mantenemos una bonita amistad aunque no nos veamos todo lo que queremos.

Gracias por todo ❤

#lavidadeunprematuro